lunes, 16 de marzo de 2015

Visita al Ministro de Sanidad, Mohamed Lamin Daddi: “Pocos medios, pero mucha voluntad y más fuerza”

Generaciones y generaciones sin ver nuestro mar, nuestras tierras y nuestras casas”, así se presentó Mohamed Lamin Daddi, Ministro de Sanidad saharaui, en la reunión que el grupo Miradas del Sáhara tuvimos con él en el propio Ministerio de Sanidad en Rabuni


escrito por Patricia PRESENCIO
Mohamed Lamin Daddi, Ministro de Sanidad de la República Árabe Saharaui Democrática



Tras explicarnos la situación en la que los saharauis se ven obligados a estar desde hace más de treinta años, poniéndonos, una vez más, los sentimientos a flor de piel, el ministro de Sanidad de la RASD, Mohamen Lamin Daddi, dio un vuelco a la reunión para centrarse en los aspectos más técnicos, todo aquello relacionado con los hospitales, medicaciones y profesionales sanitarios.

Para poner cifras, según informó Lamin, hay un total de 50 médicos en todos los campamentos, pero a veces se quedan solamente alrededor de 10 profesionales ya que, en sus propias palabras “no aguantan las condiciones y se acaban yendo”. En cuanto a centros, disponen de dos hospitales quirúrgicos -el central que se encuentra en Rabuni y otro que está a ocho kilómetros-, cinco ambulatorios -uno por cada wilaya- y 39 dispensarios -que es dónde se hacen las reparticiones de medicamentos-.


El Ministro Lamin y el grupo de Miradas del Sáhara a las puertas del Ministerio de Sanidad


El ministro Lamin quisó hacer hincapié en su mayor problema: la inestabilidad en cuanto a material. “Puede ser que hoy tengan aspirinas, pero que mañana no”,explicó Lamin. Por ello hay ocasiones en las que los médicos tienen que colgar la bata blanca o solo atender las urgencias, ya que no tienen los medios ni el material suficiente como para seguir trabajando, tienen que tomarse un tiempo para recuperar medicamentos, instrumentos y materiales.

Otro gran problema es la actualización del personal. Quieren reforzar el departamento de enfermería, poder ofrecer una formación continuada, desarrollarse profesionalmente y crear iniciativas de incentivación del personal. Según explicó el ministro, no existe una actualización profesional, y esto a la hora de trabajar sale caro, ya que si una enfermera estudió hace 40 años, existen técnicas nuevas y también instrumentos más modernos que no sabe utilizar. Por ello, en ocasiones algunos materiales donados no pueden ser empleados hasta que no llegan profesionales voluntarios y enseñan su utilización a los sanitarios saharauis.  



Coordinación y distribución de medicamentos

La asignación de medicamentos se realiza cada dos meses y cuando se necesitan más hacen un pedido extra, en cuanto a eso no tienen problema. Los medicamentos llegan de los distintos países cooperantes y se envían a los hospitales y farmacias de las distintas wilayas y una vez allí se distribuyen entre todos los dispensarios. Para evitar contratiempos tienen un buen control de los medicamentos y de su distribución, y en el caso de que algo no cuadre dentro de un dispensario, se cobra del incentivo del profesional sanitario que haya cometido la infracción.

Miradas del Sáhara en el despacho del ministro durante la entrevista


La coordinación del pueblo saharaui dentro de los dispensarios se expande también a otras áreas sanitarias. Por ejemplo, en el 76 se recogían bolsas de medicaciones de las casas de los amigos del pueblo saharaui. Pero ahora, 40 años después, han evolucionado y han creado una Dirección de Cooperación que filtra y organiza las necesidades dependiendo del origen -urgencias, rehabilitación...-. Ahora necesitan saber qué es lo que necesitan, quiénes lo necesitan y la prioridad que tienen, por ello, esa Dirección de Cooperación se encarga de colgar en una página web todos aquellos medicamentos que necesitan.

miércoles, 4 de marzo de 2015

Escasez y aislamiento en el centro de mutilados de mina

Literalmente en medio de la nada, el Centro Mártir El Sheriff, acoge a todos los heridos y mutilados de mina y a sus familias intentando proporcionarles lo más parecido a un hogar que pueden mediante la solidaridad.

escrito por Patricia PRESENCIO

Puerta del centro El Mártir El Sheriff
Tras 60 kilómetros de viaje en el coche viendo: la nada. Se atraviesa Rabuni, y volvemos a la nada. Después empezamos a ver camellos, y un pequeño oasis al fondo, con sus palmeras y sus humedales. Y justo, al lado, el Centro Mártir El Sheriff, en otras palabras, el centro de mutilados y heridos por mina, el único de los campamentos de Tindouf.

El hospital se encuentra en un paraje totalmente aislado, la simple visita a los heridos resulta imposible si no tienes transporte propio. Esa será la principal razón por la que las familias pueden vivir allí con los pacientes. En este hospital de hospedan los protagonistas de las historias más tristes que conocimos en el viaje, Bachari, Said y Mohamed.


El director del hospital nos invita a pasar a una sala para proceder a la entrevista, por el camino se pueden ver todos los pasillos empapelados por fotos de los heridos de mina. Saharauis sin sus piernas, brazos o con uno de sus miembros mutilados, sangre, más sangre y guerra. Los pasillos ponen a cualquier persona con los pelos de punta.

Hospital de mutilados y heridos por mina El Martir El Sheriff
Durante nuestra visita en Febrero el centro se encontraba prácticamente vacío. Este centro alcanza su máxima capacidad en los meses de verano, es decir, desde Abril. Esto es así porque durante el invierno por su situación -aislado del resto de los campamentos y cerca de un oasis- hay excesiva humedad, por lo que los heridos, mutilados y sus familias prefieren ir a los campamentos. Pero en cuento llega Abril, la vida vuelve al centro, las habitaciones están climatizadas, por lo que la mayoría de heridos prefieren aguantar las altas temperaturas de la forma más fresca posible.


Prótesis de mala calidad
Según nos informó el director del hospital el centro está bastante bien acomodado y eso es gracias a la ayuda de asociaciones y organizaciones que se solidarizan con las víctimas del muro de la vergüenza. Hay comida y ropas para todos los heridos y sus familias, además, cada habitación tiene una nevera y una televisión que han sido proporcionados por amigos del pueblo saharaui, la mayoría del pueblo español. El problema que más afecta hoy en día a los heridos de mina es todo relacionado con la medicina, y en su caso, algo más específico: las prótesis.

Hasta hace poco una organización valenciana se encargaban de hacer un molde para la prótesis, lo llevaban a una casa de acogida en Alicante, y desde allí fabricaban la prótesis. Por desgracia, con la crisis se ha tenido que poner fin a este bonito proyecto. De esta forma, actualmente se realizan las prótesis en el hospital central de los campamentos, pero la materia es barata, en otras palabras, no es buena. El centro que realiza las prótesis es el mismo que el que lleva la rehabilitación de los heridos de mina. Se trata de un centro de rehabilitación de La Cruz Roja Sueca que antes se encontraba en el propio Centro Mártir El Sheriff pero que hace poco fue trasladado al Hospital Central de los campamentos.
Pequeña aportación solidaria del grupo Miradas del Sáhara al Centro de mutilados y heridos de mina